MANTENIENDO FIELES A DIOS A LOS ADOLESCENTES

Dios nos dio el libro de Proverbios para ayudarnos a instruir espiritualmente a nuestros hijos a medida que crecen y comienzan a enfrentar las dificultades de la vida. Creo que ser padre de un adolescente es quizás uno de los desafíos más difíciles de toda la vida. Pero este libro es un rico recurso para los padres que desean ayudar a sus hijos adolescentes a permanecer fieles a Dios. Sabemos que la Palabra de Dios nos enseña cómo tener éxito en la vida como seguidor de Cristo. Salomón dice, por inspiración:

“Hijo mío, no te olvides de mi enseñanza, y tu corazón guarde mis mandamientos, porque largura de días y años de vida y paz te añadirán” (Proverbios 3:1-2, LBLA)

Ser padres es un papel que dura toda la vida. Y cuando Dios nos da hijos, comenzamos a considerar qué haremos para criar a nuestros hijos de manera responsable. Como cristianos queremos que sean más que buenos ciudadanos. Queremos que vivan vidas piadosas y comprometidas al servicio de Dios. Todo padre piadoso tiene esta gran pasión de ver a sus hijos permanecer cerca de Dios. El apóstol Pablo escribió a la iglesia de Colosas:

“Porque quiero que sepáis cuán gran lucha sostengo por vosotros, y por los que están en Laodicea, y por todos los que nunca han visto mi rostro; para que sean consolados sus corazones, unidos en amor, hasta alcanzar todas las riquezas de pleno entendimiento, a fin de conocer el misterio de Dios el Padre, y de Cristo, en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento” (Colosenses 2:1-3).

La crianza práctica comienza desde el nacimiento, pero dura hasta que el niño alcanza la madurez; e incluso cuando un hijo se casa y establece su propio hogar, usted sabe que un padre piadoso nunca deja de tener una profunda preocupación por el bienestar espiritual de sus hijos. Ahora, tres de nuestros cuatro hijos tienen treinta y tantos años; y mi esposa Jackie y yo todavía velamos por sus almas. Mi madre de 90 años todavía ora por las almas de todos mis hermanos y hermanas y de todos sus hijos, y aunque nosotros, como hijos suyos, somos abuelos. Amar a nuestros hijos significa trabajar para crear en ellos hambre de justicia. Queremos influenciarlos para que sirvan y obedezcan a Dios.

Aquí algunas cosas que puede hacer:

(1) Lo primero que pueden hacer para influir en sus hijos adolescentes es guiarlos al servicio de Dios. Padres, deben comprometerse a andar diariamente con el Señor Jesús. No puede guiar a sus hijos a servir al Señor si usted no está dispuesto a servirle a Él. Ahora bien, si usted es un cristiano poco entusiasta, o si es un poco falso, o si sólo es cristiano un día a la semana, no podrá guiar a sus hijos a ser cristianos plenamente comprometido con Cristo. No existen padres perfectos, lo entiendo, pero los padres que ponen al Señor primero en sus vidas tienen la mejor oportunidad de formar a sus hijos para que sean fieles durante toda su vida. Salomón le dijo a su hijo en Proverbios 23:26: “Dame, hijo mío, tu corazón, y que tus ojos se deleiten en mis caminos.” Padres, ¿sus hijos se deleitan en los caminos suyos como cristianos?

Verá, tiene que darles el ejemplo de vida que quiere que ellos vivan. Si quiere que sean morales, entonces modele para ellos un estilo de vida moral. Si quiere que hablen cosas puras, entonces debe hablar limpiamente. Si quiere que eviten malos hábitos que puedan hacerles daño, entonces muéstreles cómo abstenerse de conductas destructivas. Sus hijos aprenderán de usted cómo vivir y cómo reaccionar ante la vida.

Si usted se enoja con frecuencia, ¿por qué le sorprendería que su hijo se enoje? Si guarda rencor cuando su hijo adolescente se porta mal, ¿cómo aprenderá a perdonar? Verá, su hijo adolescente vivirá su cristianismo no sólo por cómo usted vive sino también por cómo usted los trata. Penosamente, algunos jóvenes dejan al Señor por la forma en que los tratan sus padres “cristianos.”

(2) Lo segundo que pueden hacer para influir en sus hijos adolescentes es orar por ellos todos los días y orar con ellos. Hágales saber que usted ora por ellos. Hágales saber a sus hijos adolescentes que son importantes en su corazón hasta el punto que orará por ellos todos los días. Pídale a Dios sabiduría para criar a su hijo o hija. Ahora cada hijo es diferente, y lo que funciona con uno puede no funcionar con otro; tiene que amarlos a todos, y para amarlos apropiadamente tiene que conocerlos y saber lo que necesitan. Ahora bien, una buena forma de conocer a sus hijos es orar con ellos por los asuntos más importantes de la vida.

(3) Lo tercero que puede hacer es mantener lo principal como principal. No permita que las distracciones de la vida hagan una brecha entre su familia y Dios. El Señor Jesús dijo:

“No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas” (Mateo 6:31-33).

Las familias están muy, ¡muy ocupadas! Están ocupadas con actividades aquí y allá, y saben qué, muy fácilmente pueden alejarse del Señor. Hay escuela, deportes, otros eventos y clases; y todas estas cosas pueden ocupar tanto tiempo que poco queda para el Señor o incluso para la familia misma. Los padres deben aprender a decir no a lo que está mal o a lo que desplaza a Dios.

Amigo mío, si ama a sus hijos, y sé que los ama; Ámelos lo suficiente como para enseñarles la verdad y corregirlos. Ámelos lo suficiente como para decirles lo que más necesitan escuchar, y no permita que todas esas cosas desplacen a Dios. Verá, amarlos significa decirles a sus hijos adolescentes lo que necesitan oír y no sólo lo que quieren oír. Los padres que intentan ser amigos suelen perder de vista lo que realmente importa. Los padres que aman a Dios y aman a sus hijos, no van a comprometer la fe de ellos ni su moral sólo para llevarse bien. ¡Y no van a permitir que las cosas buenas se interpongan tanto en su servicio a Dios que pierdan de vista quién es Él!

El Espíritu Santo inspiró a Pablo a instar a Timoteo, le dijo: “sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la perseverancia y la amabilidad”— esas seis cosas. (1 Timoteo 6:11, LBLA). Sabe, si gastamos toda nuestra energía en otras cosas y le damos a Dios solo lo que sobra, nos perderemos lo que realmente es importante. Algunos padres se preocupan más de que sus hijos ingresen a una universidad prestigiosa que de que lleguen al cielo. Los estudiantes de preparatoria, rápidamente se dan cuenta que sus padres no tienen interés en las cosas espirituales, si usted falla en poner las cosas espirituales en primer lugar ¿por qué entonces lo sorprenderá que su hijo piense más en conseguir un buen trabajo que en permanecer en la iglesia? Lo que usted persigue determina adónde irán usted y su familia. Amigo mío ¿Adónde quiere que vayan sus hijos? Lo maravilloso de la educación cristiana es que un hijo puede perseguir sus objetivos educativos en un ambiente cristiano con maestros cristianos.

(4) La cuarta cosa que puede y debe hacer si quiere que sus hijos adolescentes permanezcan con el Señor es enseñarles e instruirles en la voluntad de Dios que se encuentra en la Biblia.  El salmista pregunta y responde una muy importante pregunta: “¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra” (Salmo 119:9). Verá, lo primero que los adultos jóvenes dicen que los mantuvo fieles al Señor y Su iglesia hasta los veinte años fue la enseñanza y la instrucción que recibieron mientras crecían; eso es la enseñanza en la Biblia. Dios nos insta a:

“Desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación, si es que habéis gustado la benignidad del Señor” (1 Pedro 2:2-3).

Nuevamente, “Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor” (Efesios 6:4). Usted sabe que muchas de las preguntas más difíciles respecto a asuntos espirituales surgen cuando los niños tienen edad suficiente para hacer esas preguntas difíciles sobre la vida. Así que padres, deben continuar creciendo en el conocimiento de la Palabra de Dios para que puedan ayudar a sus hijos a responder esas preguntas más difíciles.

¿Alguna vez se ha preguntado por qué Dios eligió a Abraham para ser el padre de los fieles? Después que los ángeles le anunciaron a Abraham que Sarah tendría un hijo, el Señor le dijo a Abraham:

“Porque yo sé que mandará a sus hijos y a su casa después de sí, que guarden el camino de Jehová, haciendo justicia y juicio, para que haga venir Jehová sobre Abraham lo que ha hablado acerca de él” (Génesis 18:19)

Bueno, esa es una gran promesa y algo grande que Él hizo por Abraham.

Ahora, como padres, consideremos nuestra gran responsabilidad de cómo educar a nuestros hijos para que conozcan y obedezcan al Señor. Todos tenemos esa responsabilidad. Muchas veces he pensado en el profeta, que por cierto también era sacerdote; su nombre era Esdras, y la Biblia dice que Esdras “había preparado su corazón para inquirir la ley de Jehová y para cumplirla, y para enseñar en Israel sus estatutos y decretos” (Esdras 7:10). Ahora, todo padre piadoso debe poner en su corazón estudiar y practicar realmente las enseñanzas de Dios para instruir a sus jóvenes en el camino del Señor.

Uno de los libros que le recomendaría es el libro de Proverbios. Todo padre necesita leer el libro de Proverbios varias veces. Si tuviera un hijo adolescente en casa, también lo haría leer el libro de Proverbios. Verá, ¡simplemente no hay sustituto para leer y estudiar la Palabra de Dios todos los días! La Palabra alimentará y fortalecerá nuestro corazón para conocer y hacer lo que Dios quiere.

Ustedes saben que los padres a menudo deben pensar nuevamente en las enseñanzas de Dios en muchos asuntos importantes. Deben saber lo que Dios quiere que creamos y también deben saber por qué. Y es por eso que les diría a ustedes, padres, que hagan una biblioteca espiritual. Consigan una concordancia, una Biblia temática, un diccionario bíblico; Consigan libros sobre la existencia de Dios y otras evidencias cristianas. Los padres deben buscar libros que les ayuden a aprender lo que dice la Biblia sobre los temas que surgen cada día. Deberían ser como los bereanos de mentalidad noble “pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así” (Hechos 17:11).

Amigo mío, si sus hijos chicos o adolescentes, le hacen una pregunta bíblica, no descansen hasta que pueda encontrar la respuesta de Dios a esa pregunta. No desaliente las preguntas de sus hijos adolescentes, porque así es como ellos aprenden. Ayúdelos a encontrar respuestas que sustente su fe.

(5) La quinta cosa que puede y debe hacer es participar en la iglesia. Los adolescentes enfrentan hoy tremendos desafíos espirituales y morales en la escuela, en los medios de comunicación y en sus compañeros. Y necesitan el aliento de sus padres y de otros adolescentes piadosos. Y es de gran ayuda saber que hay otras personas que comparten su fe en Cristo y sus valores morales. Dios nos dio la iglesia y nos dio la Biblia para ayudarnos a superar los desafíos de la vida. Ahora, cuando los cristianos se reúnen para adorar, estudiar y servir al Señor, su fe y su compromiso se fortalecen mucho.

Es útil saber que muchas personas sabias y altamente educadas creen en cosas como el diseño inteligente y la creación del mundo. A los adolescentes les ayuda saber que otras personas también pueden decir no al pecado. Muchas personas enfrentan muchas tentaciones y ayuda saber que hay otros cristianos, tanto adultos como adolescentes, que evitan las películas sexualmente explícitas y el consumo de alcohol. Y ayuda escuchar a los cristianos expresar su fe en la resurrección de Jesucristo y en la inspiración de la Biblia. Amigo mío, es de mucha ayuda ver el amor en acción mientras la iglesia sirve a los que necesitan ayuda.

Un predicador amigo mío dijo que quería hacer algo para ayudar a la iglesia. Y me preguntó qué creía que podía hacer. Bueno, las iglesias siempre han estado orgullosas de sus clases bíblicas y programas para jóvenes, y estoy agradecido por ellos. Pero Dios no le dio al predicador, al ministro de jóvenes o al maestro de la clase bíblica la responsabilidad principal de educar espiritualmente a los hijos de los miembros. Él les dio esa responsabilidad a ustedes, padres, y especialmente a los papás. Bueno, la responsabilidad de la iglesia no es reemplazar a los padres. Más bien, la iglesia debería capacitar a los padres sobre cómo educar espiritualmente a sus hijos. Líderes de la iglesia, les estoy hablando a ustedes. Si desea ayudar a la iglesia, capaciten a los padres sobre cómo educar espiritualmente a sus hijos.

Todos debemos ayudar a nuestros adolescentes a conocer al Señor y a amarlo. La iglesia siempre está a sólo una generación de alejarse de Dios. Padres, comiencen a educar a sus hijos desde una tierna edad. Dedíquense a la tarea de llevar a sus hijos a confiar y amar a Dios con todo el corazón, con toda el alma, con todas las fuerzas y con toda la mente. Los hijos que aman así al Señor se arrepentirán gustosamente de sus pecados, y cuando llegue ese momento confesarán el nombre de Cristo ante los demás y serán bautizados en Cristo para el perdón de sus pecados. Y permanecerán fieles al Señor y vivirán con Él para siempre. Amigo mío, nada más podría ser tan importante que ver a sus hijos amar al Señor, querer obedecerlo y vivir con Él por los siglos de los siglos.

Phil Sanders – In Search of the Lord´s Way – Octubre de 2009

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